Sobre Mi
Carlos Sardà, fotógrafo de bodas
Reconocer lo evidente es sinónimo de coherencia. Para empezar, sé que tú infancia estuvo inmersa en fantasías, amigos invisibles y colores diferentes. También sé que fuiste un niño sensible, emocional, tierno y maravilloso, lleno de amor que ofrecías a manos llenas, un artista en ciernes, que siempre supe que surgiría en cualquier momento, quién mejor para saberlo que yo, tu madre.
Soy Carlos Sardà, nací en Tarragona y me formé como fotógrafo en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya. Desde entonces, dedico mi energía e ilusión a fotografiar bodas y a formar a fotógrafos y personas que entiendan la fotografía como un método de expresión.
Estoy seleccionado como fotógrafo de bodas en Fearless Photographers y en Unionwep. Ambos portales de selección de los mejores fotógrafos del mundo.
Mi filosofía personal es poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo momento que se desarrolla el clímax de una acción, siempre pasando desapercibido y dejando que las cosas sucedan, sin más. Convertir el ahora en pasado, y en definitiva, contar historias de amor a través de mi cámara aportando mi visión personal.
Sobre Mi
Carlos Sardà, fotógrafo de bodas

Reconocer lo evidente es sinónimo de coherencia. Para empezar, sé que tú infancia estuvo inmersa en fantasías, amigos invisibles y colores diferentes. También sé que fuiste un niño sensible, emocional, tierno y maravilloso, lleno de amor que ofrecías a manos llenas, un artista en ciernes, que siempre supe que surgiría en cualquier momento, quién mejor para saberlo que yo, tu madre.
Soy Carlos Sardà, nací en Tarragona y me formé como fotógrafo de bodas en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya. Desde entonces, dedico mi energía e ilusión a fotografiar bodas y a formar a fotógrafos y personas que entiendan la fotografía como un método de expresión.
Estoy seleccionado como fotógrafo de bodas en Fearless Photographers y en Unionwep. Ambos portales de selección de los mejores fotógrafos del mundo.
Mi filosofía personal es poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo momento que se desarrolla el clímax de una acción, siempre pasando desapercibido y dejando que las cosas sucedan, sin más. Convertir el ahora en pasado, y en definitiva, contar historias de amor a través de mi cámara aportando mi visión personal.
